Pastor misionero bautista queda gratamente impresionado con el trabajo que se desarrolla en el Campamento “Luz del Mundo”
Estoy totalmente gozoso y alegre porque Dios me ha dado la bendición de poder compartir con mis hermanos de la Obra “Luz del Mundo”, fueron estas las palabras iniciales del pastor bautista Luis Guzmán Díaz al expresar su impresión sobre su experiencia única en el Campamento “Luz del Mundo”.
El pastor Guzmán, quien además es Ingeniero Agrónomo, es miembro de la filantrópica organización ministerial “Bote de Salvación” que es una dependencia de Texas Batis Man Water Ministry y ejerce su ministerio pastoral en la Iglesia Bautista “Bethel” de La Guardia en el oriental estado de Nueva Esparta, se encuentra de visita en el complejo campestre regentado por la Obra “Luz del Mundo” Internacional.
“Me han tratado como solo tratan los hijos del Rey de reyes y Señor de señores, y también me siento profundamente conmovido en mi corazón por lo que Dios ha hecho en esta organización, al ver y conocer estas instalaciones del campamento, ver la forma de trabajo y dedicación que tiene el pastor Bartolo Pérez y todo su equipo humano”, señala al referirse de todo el personal que desde muy temprano inicia sus labores.
Asimismo, indicó el pastor Guzmán que a su juicio es todo un centro de capacitación misionero integral, “con la intención de ganar a las almas en el mundo entero, independientemente de su área y condición, al coordinar no solo el desarrollo y capacitación espiritual sino también en las diferentes áreas, que permite al hombre desarrollarse en diferentes aspectos y que los mismos serán compartidos en las comunidades”.
Finalmente, resaltó el visitante que pernoctará durante algunas semanas en el acogedor lugar, la importancia que hay en el empeño de la Obra en conservar el medio ambiente de manera ecológica en todo lo que hace, desde el cultivo de las hortalizas, la producción de piscicultura, la ganadería, la preservación de los avestruces, entre otras cosas, calificándolo como un paraíso en medio de un desierto.
Enviado a nuestra redacción por nuestro hermano Domingo Arango
Fecha de publicación: 25 de enero de 2016