Juan 18:36

"...Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí..."

El señor Jesús estaba enfocado y eso fue lo que le permitió estar firme en su propósito de venir a morir por nuestros pecados.

Ahora ¿tu estás enfocado?

Actualmente en mi país Venezuela estamos pasando por una fuerte crisis social, económica y política, la cual ha puesto en una gran desesperación a la mayoría de los venezolanos, no hay efectivo en los bancos, no se consigue la comida en los supermercados y el sueldo no alcanza para poder pagar los gastos mensuales.

Unos a otros se culpan de la situación por la que está pasando el país, mas sin embargo no se dan cuenta de la oportunidad que hay para analizar los errores cometidos y no volverlos a cometer, si Jesús se hubiese puesto a prestarle atención a los problemas económicos políticos y sociales de ese momento, se hubiese frustrado y no hubiese hablado del reino de DIOS, que era su objetivo.

¡Tu y yo no pertenecemos a este mundo!, estamos de paso, pertenecemos al reino de Cristo y por lo tanto estamos llamados a ser embajadores de su reino aquí en la tierra.

¿Cómo podemos lograrlo?

1. Entendiendo que somos embajadores del señor aquí en la tierra y como embajadores de su reino debemos confiar mas en el reino al que pertenecemos que en el reino donde vivimos actualmente, si usted analiza cuidadosamente cuando un país envía un cónsul o embajador a otro país, nunca va a ver al cónsul o embajador quejándose por que no tiene comida en el lugar donde está, ya que el gobierno al que representa le provee todo lo que el necesita para estar cómodo. El cónsul o embajador no depende de la economía del país donde vive, sino de la economía del país de donde es enviado.

Nuestro rey nos ha dado una promesa que está en Mateo 6 del versículo 25 al 34:

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;
pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas, Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

La pregunta es: ¿Le creemos mas al mundo?, ¿confiamos mas en el precio del dólar? ¿ponemos nuestra confianza en los gobernantes de este mundo o en Jesús?

2. Cumpliendo el objetivo al que fuimos enviado: el representante de un reino no va con la misión de exponer sus emociones ni sus puntos de vista, sino los del reino que representa, independientemente de la situación que usted esté pasando o en las circunstancias que se encuentre el lugar donde vive.
Usted tiene que implantar el reino de DIOS en ese lugar y eso no lo puede lograr quejándose y criticando un sistema que usted sabe que está corrompido por el pecado.

Nuestro objetivo es llevar las buenas nuevas de salvación: Hechos 1:8 "...pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra..."

No podemos testificar de Jesús hablando mal del prójimo, porque con hablar mal del no logro nada solo le doy oportunidad al diablo de que me use para destruir y no edificar.

Debemos aportar soluciones no críticas, José en Egipto en medio de una situación no criticó al faraón sino que le dio la solución.

¡No te quejes por la situación que estás pasando! ¡no le eches la culpa a otros! ¡enfócate en preguntarle a DIOS porque estás pasando por esa situación y que te dé la salida!

Por: Ing. Johan Trujillo